Una de las botellas más elegantes. |
Por: El Cerveciáfilo
Para nadie es un secreto que
Weihenstephaner en una de las mejore cervecerías de Alemania y además la más
antigua del mundo. Tampoco el hecho de que la cervecería Samuel Adams es uno de
los pilares del movimiento cervecero independiente en Estados Unidos y en el
mundo. Lo que sí es un secreto es que
ambas colaboraron para fabricar una joya del mundo de la cerveza llamada
INFINIUM.
INFINIUM es una Bière de Champagne/Bière
Brut que es considerada como un estilo por sí mismo. Tanto Jim Koch (Boston
Beer Co.) como Josef Schrandler (Weihenstephan Brewery) afirman que esta
cerveza es el primer nuevo estilo fabricado bajo los estrictos estándares de la
Ley de Pureza de Baviera, o Reinheisgebot en más de 100 años. Como muchos de
ustedes saben, esta ley exige que la cerveza sea fabricada con cuatro
ingredientes unicamente (aunque uno de ellos – la levadura- fue agregado posteriormente)
que son: Agua, malta, lúpulo y levadura.
La colaboración |
Esta cerveza lanzada en el año 2010 se
presentó como una edición limitada especial, pero su éxito la llevó a que esto
se modificara y siguió editándose por unos años más como cerveza de temporada invernal. Desgraciadamente Infinium ya no se elabora
más. Fue durante el invierno de 2016 que
la tomé por última vez.
Desde mi punto de vista es una cerveza que
tomó por sorpresa a muchos cerveceros que no supieron cómo interpretar esta
nueva propuesta. Encontré personas que la adoraron (entre ellas un servidor) y
otros que la odiaron. Para otros fue inconcebible que Weihenstephan, la
cervecería más antigua de este planeta con casi 1000 años de existencia y también
una de las más tradicionales de Alemania, se relacionará con Boston Brewery,
una cervecería que con alrededor de 25 años operando para proponer una cerveza
tan –digámoslo de esta forma- innovadora, tan diferente, tan fuera del mainstream cervecero, fue una trangresión
que muchos no toleraron… y la reacción del mercado fue igualmente confusa y eso
no les gusta a los inversionistas, así que decidieron detener su fabricación.
Desde mi muy particular punto de vista fue una cerveza que se adelantó su
tiempo. Si volvieran a fabricarla ahora
que las cervecerías independientes están aumentando tan rápidamente su
participación en los mercados mundiales, la historia sería diferente.
Probablemente
en alguna licorería perdida en algún rincón quede alguna rezagada, les
recomiendo que si se topan con una la compren sin dudarlo un segundo. No se van a arrepentir.