Por: Javier “Sunshine II”
Sánchez
UN BUEN LINEUP ¿NO CREEN? |
Tomar buena cerveza me ha proporcionado
un beneficio adicional invaluable, algo que hace de esta afición más que un
placer meramente sensorial y que lo eleva a niveles mucho más profundos: me ha
permitido hacer amigos. Con ellos – y ellas –
he podido vivir la aventura de lanzarme a explorar con cada vez mayor
interés el amplísimo mundo de la cerveza, con sus regiones luminosas, grises a
veces y también oscuras pero todas, eso se los aseguro, llenos de un feliz
aprendizaje.
Siempre se ha dicho que la cerveza es
el mejor “lubricante social” que te facilita interactuar fácilmente con tu
prójimo al relajar suavemente las tensiones de la vida cotidiana. Mientras el
exceso de alcohol no nuble nuestro juicio, obtendremos una vivencia memorable
digna de repetirse.
Gran
parte del aprendizaje en este viaje cervecero, se lo debo a mis amigos, a
aquellos que comparten conmigo el interés por seguir explorando. La forma en la
que con mayor frecuencia lo hago es mediante la simple técnica del Bottle
Share, es decir, de compartir botellas.
Cada uno de los asistentes reunimos lleva una o dos botellas de cerveza que
por alguna razón le hayan parecido interesante y la abre para que todos la
probemos. El siguiente integrante del grupo hace lo mismo y así sucesivamente
hasta terminar. Frecuentemente alguno de los participantes se aventura a
fabricar su propia cerveza y a presentarla ante el grupo para conocer la
opinión de todos. En cualquier caso los objetivos de compartir, interactuar y
aprender se cumplen totalmente.
VASOS DE DEGUSTACIÓN |
Compartir botellas se ha vuelto una
costumbre con diferentes grupos con los que me reúno, a veces son amigos que
nos juntamos en El Sume, a veces son encuentros eventuales en la casa de algún
conocido o alguna reunión familiar. La más célebre de estas reuniones es la que organiza nuestro "Chevemeister" Mariano Rayón, donde él personalmente selecciona etiquetas vedaderamente espectaculares. Lo importante es que todos hagan sus
comentarios y que dejemos que otros temas surjan libremente durante la plática.
Esto se transforma en horas y horas de convivencia y en una mayor comprensión de esta
bebida milenaria.
Algunos dirán que el efecto es el mismo
si se juntan a orar o a hablar de futbol o a tejer chambritas y tienen toda la
razón. No tengo la menor duda de que así es, simplemente trato de decirles que
juntarse a tomar cerveza también puede resultar en una vivencia verdaderamente
enriquecedora que pocas veces experimentamos. Tomar cerveza no necesariamente
significa competir a ver quién aguanta más alcohol en su cuerpo o a quién le
cabe más líquido en el estómago. Tomar cerveza puede convertirse en una experiencia culturalmente muy enriquecedora.
HAY MUCHAS OPCIONES AHI AFUERA |
Pórtense bien y no abusen en
estas fechas del alcohol para que esta navidad los agarre enteritos. A todos mis lectores ya saben lo que les deseo
unas felices fiestas llenas de paz, tranquilidad, tolerancia, convivencia, pero
sobre todo mucho amor. Cuídense.
¿Tu qué cerveza nueva probaste
esta semana? Explora, diviértete,
piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina. Amor y
paz para todos.
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