Por: Javier Sánchez Valenzuela
Este es
uno de estos temas que cada año repito debido al la relevancia que tiene para
la cultura y tradición cervecera en general, además mi gran amigo el Cheve
Meister Mariano – fiel devoto del santo patrono de su terruño – no me perdonaría
que omitiera esta celebración.
Siempre que pensamos en tomar una cerveza
seguramente a lo más que llegamos es a escoger mentalmente entre las claras,
las ámbar y las obscuras ¿no es cierto?
Pero creo que nunca hemos oído que nadie llegue a una cantina diciendo
“¡dame una cerveza verde bien helada!”. Por lo menos eso no es frecuente oírlo
en nuestra querida Baja California “tan alejada de Dios y tan cerca de la
Tecate”, sin embargo esto resulta de lo más común en muchos pubs europeos y de
Estados Unidos por estas épocas del año.
La
cerveza verde se la debemos a San
Patricio. Bueno…no porque él la haya inventado, sino debido a que sus
fieles devotos irlandeses, que nomás andan buscando pretextos para echarse una
o varias cervezas, se les ocurrió esta singular idea. Permítanme platicarles lo que sé al respecto.
Como ustedes saben San Patricio es el santo patrono de Irlanda, donde nació entre el
año 377 y el 385 en la localidad escocesa de Killatrick. El santo muere un 17
de marzo entre el año 461 y el 464, de ahí que cada año en ese día se arme la
tremolina en cualquier lugar donde esté cerca un irlandés.
El símbolo de San Patricio es un trébol verde (shamrock) ya que, según cuentan las
crónicas conventuales, en una de sus catequesis utilizó una de esas pequeñas
plantas que abundan en la campiña irlandesa para explicar el concepto de la
Santísima Trinidad; tres hojas en una misma planta. Desde entonces el trébol,
el color verde, San Patricio e Irlanda son la misma cosa.
Nuestros hermanos irlandeses, que son igual de
argüenderos y pistiadores que nosotros los mexicanos, no podían dejar pasar
esta inigualable oportunidad para armar su fiesta más importante.
SAN PATRICIO Y SU TREBOL |
Según me platican esto de pintar la cerveza
de verde se lo debemos a un grupo de universitarios (¡ah, raza!) que idearon
esto cuando en 1963 las autoridades universitarias, en su mayoría ingleses,
tratando de boicotear las celebraciones estudiantiles irlandesas “paganas
y de dudoso origen….y a fin de no dejar que el culto de festividades bárbaras
introduzcan el ocio como tradición…” arbitrariamente movieron la
entrega de exámenes mensuales a la primera y segunda semana de marzo. Los
universitarios contraatacaron reuniéndose el 10 de marzo a las 6:30 de la
mañana – hora a la que se iniciaba la venta de licor en los Pubs – y bebían
cerveza rubia a la que le añadían un colorante vegetal azul que al combinarse
daba una tonalidad verde. Esto lo hacían mientras brindaban por las tradiciones
de su país, leían bendiciones irlandesas y cantaban antiguas canciones
tradicionales hasta la hora de entrar a clases. Ya sabrán las condiciones en
las que llegaban a sus aulas. Durante
los siguientes días resistían estoicamente los embates de sus maestros
intentando aprobar los exámenes dignamente y con la satisfacción de haber
resistido el intento de los ingleses de aplastar sus tradiciones y su identidad
irlandesa. Esencialmente el pintar la cerveza de verde fue un acto de rebeldía
que con el pasar de los años se convirtió en una pintoresca tradición local.
Parte de esta actitud incluía que la cerveza verde no debía ser embotellada,
sino servida directamente del barril. Brindar con una cerveza verde en la mano
es todo un símbolo de dignidad e identidad irlandesa.
Actualmente muchos tomamos la cerveza verde
sin saber – y sin interesarnos – cómo fue que se les ocurrió pintarla. Suponemos que es verde porque los tréboles
son verdes y eso nos basta. El chiste es participar de la fiesta de San
Patricio aunque no tengamos ningún pariente remotamente irlandés.
EL RIO VERDE EN CHICAGO |
La
cerveza verde ha pasado a ser parte del anecdotario cervecero universal. No
constituye por sí misma un estilo de cerveza, pero sí nos habla de cómo cada
sociedad teje sus tradiciones utilizando los elementos de la vida diaria que su
entorno les proporciona, cosas tan mundanas como la cerveza, el vino, el
tequila llegan a adquirir otro significado que trasciende su naturaleza
inicial. Eso es bonito.
En la ciudad de Chicago, en los Estados
Unidos, a partir de esta tradición desde hace cuatro décadas una sección de las
aguas del río Chicago se tiñen de verde, tradición que los habitantes y
visitantes de la ciudad esperan gustosos, aplaudiendo mientras una
embarcaciones esparcen la pintura al son de gaitas irlandesas (Métanse a
Youtube para que vean este singular espectáculo).
Vámonos pues a tomar cerveza en honor a
aquellos valientes y revoltosos estudiantes de los 60s que marcaron un hito en
la historia del país del verde eterno: Irlanda. Nos vemos la semana próxima,
mientras tanto tomen una cerveza verde o del color que quieran y levantando el
vaso digan junto conmigo ¡Sláinte!
¿Tu probaste
alguna cerveza nueva esta semana? Explora,
diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la
esquina.
Paz y Trabajo para todos.