Por: Javier Sánchez Valenzuela
El noroeste de México es un lugar muy diferente a las regiones en
las que surgieron los tipos y estilos de cerveza que actualmente conocemos en
el mundo. De los verdes valles del centro de Europa irrigados por ríos extensos
y fríos a nuestras montañas rocosas, desiertos calientes y secos hay
evidentemente una gran diferencia. No obstante existe algo que nos une con
aquellos lugares al grado de que en las regiones desérticas hemos desarrollado
una vocación cervecera como pocos lugares del mundo. La cerveza es parte de
nuestra cultura local, de nuestras tradiciones, de nuestra forma de convivir
con los demás al grado de que es impensable encontrarse con alguien sin que,
acto seguido, destapemos una “helada”
para celebrar el momento.
Lo que se me hace extraño de todo esto no es el hecho de que
seamos proclives a tomar cerveza, sino que no hayamos desarrollado el gusto por
un estilo de cerveza que además nos conecta sin mayor trámite con nuestra
geografía, con nuestras raíces y nuestra historia regional de manera casi
genética (por lo menos el papá de su seguro servidor sembró en el valle de
Mexicali muchas toneladas de este grano maravilloso). Me refiero a la cerveza
de trigo.
Los estilos de cerveza que usualmente tomamos son Lagers principalmente relacionadas con
el estilo Pilsner. Este es el sabor
que mejor se ha adaptado a nuestro carácter, a nuestro clima y a la necesidad
de refrescarnos a como dé lugar. Sin embargo estoy cierto de que hemos
desdeñado las virtudes de la cerveza de trigo que resultan ser igualmente
refrescantes.
Las cervezas de trigo en su gran mayoría contienen también cebada.
Los porcentajes varían dependiendo de las diferentes recetas que manejan sus
fabricantes. La mezcla de estos granos son los que le dan su sabor
característico.
LAS PREFERIDAS EN BAVIERA |
Las cervezas de trigo son también llamadas cervezas blancas por su
aspecto turbio y neblinoso, esto es debido a que no suelen filtrarse –como lo
hacen las Pilsner- lo que les da matices naranjas y dorados opacos. Son cervezas de fermentación alta que
utilizan una mezcla de trigo y cebada que le dan un sabor definido, casi como a
pan recién hecho. Su aroma es ácido y refrescante como una naranja recién
cortada y su espuma densa ayuda a contener su sabor dentro del vaso. Es
frecuente que al pedirla en un restaurante o una taberna el vaso venga adornado
con una delgada rebanada de naranja o limón amarillo que ayuda a definir aun
más su refrescante aroma y sabor.
Este estilo de cerveza que ahora se produce abundantemente en
Alemania y Bélgica, alguna vez fue de producción exclusiva para la realeza
Bábara. Solía ser producida como cerveza de verano pero su creciente
popularidad la ha llevado a producirse durante todo el año. Entre otra de las
curiosidades relacionadas con este estilo de cerveza es que la marca Weihenstephaner
Hefeweisen es una de las preferidas
del Papa Emérito Benedicto XVI, junto con la Ale inglesa Spitfire.
Cada que se presenta la oportunidad de invitar una cerveza de
trigo a algún amigo, noto con gusto que aunque el sabor es nuevo para él, la
disfrutan enormemente y terminan por pedir otra y otra más. Hasta la fecha no
conozco a ningúna persona que le haya hecho el feo a una buena cerveza de
trigo.
Afortunadamente las cervezas de trigo han sido retomadas por los
artesanos cerveceros de la zona y cada vez son más las opciones que podemos
encontrar en El Sume o en otros lugares dedicados a promover la buena cerveza. Excepto
la cerveza de trigo que hace tres años presentó Cuauthémoc-Moctezuma (como parte de sus cervezas Premium) al mercado mexicano,
este estilo ha estado ausente del catálogo de las grandes cervecerías
industriales.
Las cervezas de trigo o Hefeweizen o Weissbier o Witbier o como
gusten llamarles maridan perfectamente con la carne asada, pescados, mariscos,
sushi, ensaladas verdes y – por supuesto – con salchichas alemanas o
argentinas asadas.
Dense la libertad de aventurarse más allá de lo tradicional, de lo
que toman todos los días. El mundo de la cerveza es muy amplio y muy poco
explorado por los mexicanos. No obstante
que es la bebida alcohólica más consumida en nuestro país, es paradójicamente
una de las menos conocidas.
¿Tu probaste
alguna cerveza nueva esta semana? Explora,
diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la
esquina.
Paz y Trabajo para todos.