Por: Javier “Sunshine II” Sánchez
UNA PINTA DE PORTER |
Las hay negras y más negras…..me refiero, por supuesto
a las cervezas.
Debo confesarles que las Porter son
mis predilectas durante los meses de invierno. Siempre que me encuentro en
algún restaurante o frente a un refrigerador bien surtido no puedo resistirlas.
Es una lástima que en México sea dificil encontrarla en los restaurantes. Y lo mismo pasa con las cervezas estilo
Stout, que son hermanas casi gemelas.
Las Porters deben su nombre – por lo
menos es la historia que a mi me gusta más – a que a principios del siglo XVIII
se convirtió en la bebida preferida de los “Porteadores (los rudos trabajadores
del puerto encargados de descargar el carbón de los barcos) ” de Londres. Por aquellos
años el precio de la malta se incrementa a tal grado que los fabricante de
cerveza deciden tostarla más y añadirle más lúpulo de manera que su sabor fuera
más fuerte. Pronto se popularizó en los demás puertos de la Isla y de ahí se
exportó a otros países, principalmente a Irlanda donde impactó de tal manera
que el empresario Arthur Guinness decidió dejar de fabricar sus cervezas
originales para dedicarse a hacer Porters. Algunos años después y tratando de
satisfacer el gusto de los rudos bebedores porteños, se elaboraron Porters más
robustas, o más “Stout” que fue el término coloquial con el que se les conocía.
LOS RUDOS "PORTEADORES" INGLESES |
Las cervezas Porter y las Stout son siempre Ales, o de
fermentación alta, que tuestan sus maltas hasta un grado similar al del café o
el cacao, por eso muchas de ellas huelen precisamente a eso. Este alto tostado
fue posible gracias a la invención de nuevas técnicas que incluían barriles
giratorios que evitaban que los granos se pegaran en los recipientes. Esto era
imposible de logar antes, cuando el secado del grano se hacía en recipientes
estáticos calentados por carbón o leña. Esta nueva técnica de barriles
metálicos giratorios permitió la creación de estilos nuevos como las Pale Ales
y otras.
Otro factor importante que aportó nuevos bebedores y
por lo tanto mayor negocio, fue la llamada Revolución Industrial iniciada en la
Inglaterra del siglo XIX que generó la
creación de cientos de nuevas factorías que cada tarde expelían miles de
sedientos obreros que buscaban evadir su dura realidad en los Public Houses – o
Pubs – de la ciudad. Las Porters resultaban ser una alternativa ideal para
ellos, ya que la gran cantidad de calorías y el porcentaje de alcohol bajo los
revitalizaba sin emborracharlos para poder seguir laborando.
Contra lo que su color casi negro
sugería, muchas de las Porters y Stouts de la época eran más bien dulces y
espumosas. Aun en la actualidad la cerveza Guinness, Young´s o Fuller´s son
bastante dulces comparadas con algunas Pilsen o incluso las amargas Indian Pale
Ales. Aun en la actualidad siguen siendo
muy “pesadas” y robustas, pero no necesariamente amargas. Evidentemente existen
algunos estilos extremos que debemos resaltar, tal es el caso de las muy
fuertes Imperial Russian Stouts que se elaboraban para exportarlas a los
países bálticos.
UN TIPICO PUB INGLES |
Las Porters y las Stouts son las
cervezas inglesas por excelencia. Ir a ese país y no tomarse una, o muchas,
“pintas” en los cientos de Pubs de la ciudad es equivalente a visitar México
sin echarse un caballito de tequila.
El maridaje de las Porters con la
comida porteña es también abundante. Desde unos Fish and Chips callejeros hasta
postres rebosantes de chocolate. En lo particular hay pocas cosas mejores que
unos mejillones al vapor con una “Pint of Guinnes”, o como le dicen los locales
“A Pint of Plain”.
¿Tu
probaste alguna cerveza nueva esta semana? Explora, diviértete, piérdete
en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
Comentarios: javier@elsume.com