Por: Javier Sánchez
Valenzuela
“Esta noche, un minuto
después de las doce, nacerá una nueva nación. El demonio de la bebida hace
testamento. Se inicia una era de ideas claras y limpios modales. Los barrios
bajos serán pronto cosa del pasado. Todas las cárceles y correccionales
quedarán vacías; los transformaremos en graneros y fábricas. Todos los hombres
volverán a caminar erguidos, sonreirán todas las mujeres y reirán todos los
niños. Se cerrarán para siempre las puertas del infierno.” Senador Andrew
Volstead.
Esto es parte del discurso que daba inicio a una de las
épocas más negras del siglo XX en los Estados Unidos: la enmienda numero 18 a la Constitución de
ese país.
"…ninguna persona fabricará, venderá, cambiará,
transportará, importará, exportará, o entregará, cualquier licor embriagador
excepto los autorizados por esta ley.”
Con esta ley culminaba casi un siglo de esfuerzos realizados
por grupos moralistas y religiosos que presionaban al gobierno de los Estados
Unidos para que prohibieran el consumo de alcohol en todo su territorio. Estos grupos habían iniciado su labor a
principios del siglo 19 consiguiendo algunos logros en estados como Maine en
1829, Indiana en 1832 y en Georgia en 1833. Estas leyes promulgadas como de
“opción local” y facultaban a los gobiernos de pueblos, ciudades, villas y
hasta a distritos completos para restringir e incluso prohibir el consumo de
bebidas espirituosas. Una bebida espirituosa era cualquiera que contuviera más
de .5% de alcohol por volumen.
Poco después de la Guerra Civil (1861 a 1865) estos
esfuerzos vetatorios empezaron a tomar mayor fuerza en estados como New
England, donde se desarrollaron grupos como el llamado “Sociedad de la
Temperancia Nacional”, el “Partido Nacional de la Prohibición”, “La
Hermandad de la Abstinencia Total” y la
“Unión de Mujeres Cristianas de la Temperancia”. Estos grupos lograron que por
un período de 10 años (1880 a 1890) ocho Estados se sumaran a sus causas.
El verdadero impulso nacional de estos esfuerzos prohibicionistas
se dio dentro de las dos primeras décadas del siglo 20, promovido
principalmente por estados del Sur y del Oeste del país. Las leyes de
Prohibición a nivel nacional fueron
finalmente implementadas el 16 de enero del
año de 1919. El encargado de redactar los términos de esta ley fue el Sr. Wayne
Wheeler, miembro de la Sociedad Anti Bares, y el encargado de supervisar su
aprobación fue el presidente del Comité Judicial de la Casa Blanca, el Sr. Andrew
Volstead, de donde toma el nombre esta ley. Esta Decimoctava enmienda a la
Constitución de los Estados Unidos pasó a la historia simplemente como “la
Prohibición” o la “Ley Seca”.
Como era de esperarse la “Ley Seca” tuvo repercusiones importantes
en diversos ámbitos de la vida de los Estados Unidos. Además del surgimiento de
toda una cultura de la ilegalidad de la que emergieron grandes figuras como Al
Capone o Ton Dennison, entre muchísimos otros, el impacto en la economía formal
fue devastados. Se afectaron industrias
tan importantes como la agrícola que de la noche a la mañana no pudo vender sus
cosechas de granos a las grandes destilerías y cervecerías del país que
tuvieron que cerrar sin posibilidades de negociar absolutamente nada. Miles de
obreros perdieron sus trabajos dejando a sus familias sin sustento alguno. De
igual forma fueron seriamente dañadas las industrias del transporte, los
alimentos y bebidas, el comercio, el entretenimiento, la publicidad y todas las
actividades periféricas, que al ver afectadas sus operaciones irremediablemente
tuvieron que dedicarse a otra cosa.
Con el paso de los años la presión ejercida hacia el
Gobierno Federal de diferentes grupos de la sociedad norteamericana empezó a
tener efecto. En el año de 1933 el Congreso empezó a dar señas de retractarse
cuando legalizó la fabricación y consumo de cerveza de 3.2% de alcohol por
volumen, sin embargo el derrumbe total de la ley Volstead sucedió en 1935,
cuando la Vigesimoprimer
Enmienda abrogó la Decimoctava declarando inconstitucional
la terrible ley que por 16 fatídicos años agobió al país. En ese año se instala la Administración
Federal del Alcohol que restauró el control del uso del alcohol a todos los
Estados. Esta dependencia burocrática
cambió de nuevo su nombre en el año de 1968 cuando se le nombró División de
armas de Fuego, Alcohol y Tabaco, mejor conocido por por las siglas ATF
(Alcohol, Tabaco, Firearms). Richard Nixon crea en 1972 una Oficina
independiente de Alcohol, Tabaco y Armas dentro del Ministerio de Hacienda.
Lo que sigue es historia. La industria del alcohol y
particularmente la de la cerveza es una de las principales aportadoras de
impuestos directos e indirectos al gobierno de su país y una importante
generadora de empleos. La Cerveza artesanal nos demuestra el vigor y la
capacidad de innovación que esta industria tiene y nos habla de que aun faltan
con escribirse muchos nuevos capítulos.
Y tu…¿Qué
cerveza nueva probaste esta semana? Explora, diviértete, piérdete en la
diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
Paz y
trabajo para todos.
Pero no aprendemos! La prohibición genera ilegalidad. Mueren más pir el tràfico de drogas que por el consumo.
ResponderEliminarInteresante, amigo. Debemos hacer lo mismo con la mariguana.
ResponderEliminarSiempre es muy interesante conocer la historia. Está Semana tengo muchas cheves nuevas por probar, no te pierdas las reseñas en mi instagram, salud!
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