Por: Javier “Sunshine II”
Sánchez
Hace un par de años describía yo en esta misma
columna un lugar llamado “Lalalandia”, donde todos teníamos la libertad de –
entre otras cosas - adquirir en cualquier parte de la ciudad la cerveza que nos
diera la gana. Era un sueño que se veía venir, pero no sabíamos cuándo
llegaría.
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FERMENTACIÓN CASERA |
Primero llegó EL SUME, un pub
cachanilla con sus refrigeradores llenos de cervezas de muchas partes del
mundo, después llegó CUCAPUB con su marca insignia Cucapá por delante enarbolando orgullosos sus excelentes estilos
cerveza artesanal. Meses después resurge el tradicional HEIDELBERG que decide
integrar a su oferta algunas cervezas foráneas de gran calidad. Próximamente
están por abrir un par de lugares más que aportarán lo suyo para beneplácito de
los amantes de la buena cerveza. Surge después inesperadamente LOS MANANITALES el
primer expendio de cervezas del mundo que abrió sus puertas en la ciudad y,
aprovechando el raite, la cadena de licorerías OASIS hizo lo propio. Súbitamente
todo empezó a suceder ante la mirada atónita de las macrocervecerías que aun no
saben cómo reaccionar y sólo esperan que esto sea una moda pasajera.
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MALTAS |
Surge casi al mismo tiempo otro
fenómeno que habla de otra cara del mismo fenómeno cervecero que estamos
viendo. Una cara que nos muestra claramente lo profundo que están penetrando
las raíces de este movimiento cervecero. Me refiero a la comunidad de artesanos
cerveceros que espontáneamente está surgiendo y creciendo en nuestra ciudad y
en nuestro Estado. Por todos lados encontramos ahora entusiastas que han decidido hacer su propia cerveza. Cuando
platicas con cualquiera de ellos se les nota en la cara el asombro y la pasión
que les provoca su arribo al mundo de la cerveza artesanal.
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VISTA DE EL ESCALÓN |
Era inevitable, por
lo dicho antes, que surgiera EL ESCALÓN, un acogedor rincón frente al monumento
a Benito Juárez donde confluyen estos artesanos en ciernes en busca de las
maltas, lúpulos y levaduras necesarias para hacer su propia cerveza. Es fácil encontrarte de repente con un grupo que cocina
ahí mismo su cerveza en una especie de taller comunal donde todo aprenden algo.
Es un lugar de encuentro para todos los que quieren saber más sobre lo que pasa
en el mundo de la cerveza. Ya sea que la fabriques o simplemente la tomes
ahí siempre hallarás a alguien con quien compartir tus inquietudes
cerveceras acompañado con un tarro de Chope helado. Hay quienes comparten recetas, otros comparten
sus errores para prevenir a sus correligionarios, otros hablan de su más reciente
éxito casero. Es una delicia participar de esos momentos. En el segundo piso al que accesdes por una escalera lateral encuentras otro ambiente muy particular igualmente disfrutable,
entre sillones y mesas te invitan a pasar un rato ahí rodeado de un ambiente verdaderamente acogedor donde los libros sobre cerveza,
historia, poesía y otros temas te invitan a relajarte.
Como ven EL ESCALÓN se integra a
este movimiento cervecero con una idea original que fomenta un ambiente de
comunidad alrededor de la buena cerveza. EL ESCALON habla con fuerza de nuestra
vocación cervecera que reclama su espacio en la historia de Mexicali. Vale la
pena conocer este lugar.
¿Tú probaste alguna cerveza
nueva esta semana? Explora, diviértete,
piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
felicidades, le pegaron al clavo, yo estaba pensando traer material desde gringolandia para empezar a hacer mis experimentos, ahi les caigo en la primera oportunidad
ResponderEliminarSaludos