viernes, 2 de diciembre de 2011

LA CERVEZA EN EL OSCURO MEDIEVO


Por: Javier “Sunshine II” Sánchez
 
El Medievo es para muchos una época de oscurantismo y aletargamiento social. Este período de la historia de la humanidad de casi 1000 años que abarca desde el Siglo V (a partir de la caída del imperio Romano de Occidente) hasta el XV (algunos dicen que en 1453 con la caída del imperio Bizantino y otros que en 1492 con el descubrimiento de América) vio surgir y fortalecerse a la teocracia, la superstición exacerbada, la violencia, guerras brutales, grandes epidemias que mataron a millones de personas y órdenes sociales representado por el feudalismo.
No obstante la Edad media no fue un período de estancamiento sino que, en muchos aspectos, fue la base del sistema capitalista que conocemos en la actualidad. La movilidad humana durante esa época fue intensa provocando con ello un rico intercambio de bienes culturales que fueron conformando el carácter de los países de Europa y Asia tal y como los conocemos hoy.
Después de que los romanos, luego de años de dominación, abandonan finalmente las islas Británicas alrededor del siglo V, iniciaron las migraciones de los pueblos provenientes de Escocia e Irlanda. Al verse estos pueblos sin la protección romana reclutaron mercenarios Anglo Sajones quienes eventualmente se quedaron a vivir en el país en contra del agrado de los habitantes originales. Los Anglo Sajones, grandes bebedores de cerveza, introducen esta tradición que enraíza con los años y se mantiene hasta la actualidad.
En la Edad Media se tomaba únicamente cerveza tipo Ale (recordemos que el estilo lager se desarrollo hasta finales del siglo XVIII) y de acuerdo a documentos encontrados los estilos principales eran la Ale Clara, una Ale de origen celta que contenía miel, una Ale más fuerte de doble fermentación, y otra Ale ligera. Es importante anotar que estas cervezas del medievo no contuvieron lúpulo sino hasta finales del siglo XV, cuando se generalizó su uso.
Para el siglo X las tabernas empezaron a proliferar y a convertirse en parte esencial de la cultura del norte de Europa. Los “expendios” de los monasterios fueron durante muchos años los únicos lugares donde se podía adquirir cerveza, fuera de la fabricada en forma casera. Los monjes que habitaban esos monasterios fabricaban cerveza no solamente para consumo interno, sino como un medio para financiar sus operaciones vendiendo parte de su producción a viajeros y aldeanos del lugar. Gran parte de la experimentación en la fabricación de cerveza durante la Edad Media se lo debemos a los monjes que habitaban estos monasterios. Para ellos la cerveza era de vital importancia ya que constituía en determinadas épocas como la cuaresma, su único alimento durante los prolongados ayunos. La relativa facilidad con la que estos hombres de Dios fabricaban cerveza, se debía en alguna medida a que por ser comunidades “protegidas” y al margen de los eventos violentos de la época, podían sembrar sus propias tierras con granos de donde obtenían la malta necesaria.  En gran medida le debemos a estos monasterios religiosos el hecho de que la fabricación de cerveza haya prevalecido e incluso se haya fortalecido durante el medievo. Aun en nuestros días las cervezas llamadas “de Abadía” son altamente apreciadas y todas ellas tuvieron su origen en este “oscuro” milenio.
En los hogares mientras tanto, las mujeres fabricaban cerveza para uso exclusivo de su familia. La fama de la cerveza de algunas de estas casas eventualmente trascendía las puertas del hogar y era apreciada por vecinos y transeúntes. Las mujeres que la fabricaban en casa obtenían para ellas y sus familias  recursos económicos mediante la venta de cerveza, es ahí donde surge el nombre de “Public House” que se evolucionaría hasta convertirse en “Pub”.
La cerveza en el medievo ya empezaba a utilizar el trigo además de la cebada para producir sus maltas. Incluso había un tipo de cerveza más barata fabricada con avena y que contenía “Grout” un derivado lechoso que le daba nombre a quienes la tomaban: grouters.
La Edad Media fue, por lo menos para la cerveza, una época de crecimiento y proliferación hacia muchos países europeos que asimilaron la tradición y la hicieron suya para siempre. Aun podemos probar muchos de los estilos que se originaron en aquellos siglos. No es difícil encontrarnos en otras partes del mundo con cerveceros que basan sus estilos en antiguas recetas y –lo que es más interesante- con un éxito comercial verdaderamente importante.
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina. Amor y paz para todos.


Comentarios: javier@elsume.com


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