jueves, 17 de julio de 2014

"RÁPIDO CORREN LOS CARROS CARGADOS DE CHEVE DEL FERROCARRIL..."




        Cuando destapamos una cerveza nunca nos ponemos a pensar en cómo fue que llegó hasta tus manos, simplemente nos la tomamos y sanseacabó. En ese momento lo último que queremos es complicarnos la existencia con otra cosa que no sea disfrutar una cerveza y de la compañía que afortunadamente tengamos.
         No pretendo dedicar este espacio a los complejos sistemas de distribución que los fabricantes actuales manejan, pero sí al medio de transporte que en su momento detonó el crecimiento de la industria cervecera en diversas partes del mundo: el ferrocarril.
         En el siglo XIX las redes ferroviarias empezaron a desparramarse por los valles, montañas, desiertos y bosques de todos los países en Europa, Asia y América principalmente, permitiendo que todo tipo de bienes pudieran ser transportados a lugares antes inalcanzables. El uso de los vagones de tren fue una evolución natural de las carretas y los cucharones utilizados en la minas que transportaban el producto hasta ríos y puertos que donde se embarcaban. El desarrollo del transporte sobre rieles empezó gracias al ingeniero Richard
Trevithick, quien en el año 1802 empezó a experimentar su nuevo invento: el motor de vapor.  Este revolucionario motor, sin embargo, no desplazó inmediatamente a las carretas jaladas por caballos por lo menos durante los 20 años siguientes.
         En Inglaterra la expansión del ferrocarril impactó directamente en el crecimiento de la industria en general, pero particularmente a la industria cervecera que ahora era capaz de producir y enviar su producto a donde quisiera, provocando con esto que los Pubs cundieran y se establecieran en cada esquina. Este crecimiento á﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽adas mñas alla de 15 a en carretas jaladas por caballossiera, provocando con esto que los Pubs cundieran por todose dio sobre todo entre los años 1840 y 1870.
Antes, cuando la cerveza se transportaba en carretas jaladas por caballos, no podía ser llevada sin dañarla más allá de 15 ó 20 millas del lugar donde se había fabricado, manteniendo bajos los volúmenes de producción de las fábricas. Ya se han de imaginar que con tanto bache en los caminos de tierra los barriles se batían llegando incluso a explotar. El ferrocarril terminó con todo eso iniciando una época dorada en la industria cervecera de ese país. Para darles una idea del crecimiento experimentado, las cervecería Bass en Burton-Trent que en 1837 fabricaba 10,000 barriles año, diez años después gracias al ferrocarril incrementó su producción a 60,000 barriles.
         En Estados Unidos la historia no fue muy diferente, siendo los
inmigrantes cerveceros alemanes quienes sacaron mayor provecho ya que en lugar de restringirse a instalar sus cervecerías en la costa atlántica, movieron sus fábricas a tierras centrales para hacer más corto el trayecto del ferrocarril hacia cualquier punto del país, con la ventaja adicional de que es ahí donde se producen prácticamente todos los granos necesarios para fabricar sus marcas. Fue así que ciudades como Cincinnati, San Luis y Milwaukee se convirtieron en las “Beer Cities” por excelencia en Estados Unidos, manteniendo este estatus hasta la fecha.
         En México la historia se repitió una vez más algunos años después. Enviar cerveza desde Monterrey u Orizaba en Veracruz hacia cualquier parte del país dejó de ser un imposible. El ferrocarril potenció el crecimiento de lo que hoy conocemos como los dos grandes productores: Cervecería Modelo y Cuauhtémoc-Moctezuma.
Incluso en Baja California, ya en el siglo XX, el ferrocarril fue parte esencial del tremendo éxito de la primer gran industria de este Estado, permitiendo transportar Cerveza Mexicali a otros puntos del país, principalmente del noroeste de México y al sur oeste de los Estados Unidos.
Quizá ahora el ferrocarril no nos resulte tan glamoroso como antes, sin embargo es imposible negarle la gran importancia que tuvo sobre todo a lo largo del siglo XX en el proceso de expansión de la industria cervecera en México.  Sin este medio de transporte nada sería igual.
         Agarro mi tren y me voy, esperando que la vida les sea leve al igual que su próxima cerveza.
         
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?
Recuerden que el mundo de la cerveza no termina en la tienda de la esquina. Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
Paz y trabajo para todos.

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