Por: Javier “Sunshine II” Sánchez
LA PUERTA DE BRANDENBURGO |
Enamorarte
de Berlín no es fácil. No es amor a primera vista. Su belleza no se ve de
lejos. Sus encantos están envueltos en gloria y tragedia, en algarabía
desbordada y llanto.
La idea
de visitar Berlín surgió de nuestro interés por conocer de cerca la gran
tradición cervecera alemana que durante tantos siglos ha marcado pautas a nivel
mundial. Llegamos buscando cerveza y
encontramos mucho más que eso.
Lo primero que notas es que el consumo de cerveza es
libre, la gente la toma en la calle, caminando en cualquier banqueta, en
cualquier plaza, en el metro, sentado en una jardinera viendo pasar la
vida. Nadie se asusta. Lo segundo que
notas es que a pesar de que la cerveza circula por todos lados, nadie está causando
desmanes… nadie. El respeto por los
demás es absoluto. El orden y la
civilidad de los alemanes se nota en cada lugar y en cada situación social. “A los alemanes les gusta caminar derecho”
nos dijo un residente de la ciudad, van por su derecha en la banqueta, en las
escaleras eléctricas, en sus automóviles. Todos saben cómo convivir en paz con
los demás. A los mexicanos nos resulta
en principio exasperante, pero finalmente terminas por entender que esa sociedad
funciona porque todos respetan al otro.
LO QUE QUEDA DEL INFAME MURO |
Alemania, y de manera muy particular la ciudad de
Berlín, ha vivido en los últimos 100
años los mayores horrores que somos capaces de crear los seres humanos y de los
tres se han recuperado hasta convertirse en la primer economía europea. La
primera guerra mundial, aunque no se llevó a cabo en suelo alemán, melló
profundamente a sus habitantes que vieron a sus hombres partir a una guerra que
solamente les dejó muerte, pobreza y el incomparable sentimiento de la
vergonzosa derrota. Después de un breve período de paz donde el país parecía
sanar sus heridas, el monstruo de la guerra vuelve aun con más fuerza para
desolar no solamente a su tierra sino a sus hogares y a su economía
hundiéndolos en una de las épocas de miseria más horrorosas que el país hubiera
conocido. La derrota de nuevo aparece como la protagonista de esta guerra, aunque
ahora viene acompañada del desgajamiento de tu territorio que finalmente queda
dividido entre los cuatro ganadores del conflicto: Rusia, Estados Unidos, Gran
Bretaña y Francia. La ciudad de Berlín a su vez es dividida como botín de
guerra provocando que en 1962 la población quede dividida de la noche a la
mañana por un muro que impedía el libre tránsito entre el éste y el oeste,
dejando a familias divididas en ambos lados.
BERLINER WEISSBIER |
Después
de muchos años, muchas muertes y muchas penas, el muro es derribado en el año
de 1989 dándole finalmente a Berlín –después de tres golpes brutales - la oportunidad de demostrar su gran capacidad
de recuperación mediante el trabajo.
La
cerveza siempre estuvo ahí como parte de la vida de los alemanes. Las
cervecerías siempre han sido los lugares de reunión donde se discute, se
platica, se convocan todos los asuntos públicos. No fue una casualidad que el mismo Adolfo Hitler utilizara estos
lugares para exponer sus ideas que le permitieron llegar al poder y donde
sufrió uno de los atentados que estuvieron más cerca de acabar con la vida del
Führer durante una reunión de trabajo.
El tipo de cerveza que de mayor consumo en toda
Alemania es la lager. Son raras las tipo Ale aun que también existen. Las lagers más populares son los estilos
Pilsner, Märzen, Helles (clara), Dunkel (oscura), Schwarzbier (negra), Kölsch,
Bockbier y la Kellerbier. Dentro de el
tipo de las cervezas Ales, o de fermentación alta, más populares, se encuentran
los estilos Alt, Sussbier, Kölsch, Weizbier y la refrescante Berliner
Weissbier.
Visitar
Berlín y no tomar su cerveza es una experiencia vacua, trunca, incompleta. La
cerveza es parte de su esencia como lo es su lluvia, sus miles de árboles, su
aparente rigidez… y su muro.
Enamorarse
de Berlín es como enamorarse de una mujer que primero te cuenta sus penas, sus
tragedias, desencantos y poco a poco va develándote su gran belleza interior y
exterior. Lo que hace irresistible este lento proceso de acercamiento es que
siempre hay una cerveza de por medio para atestiguarlo.
Y tu…¿Qué cerveza nueva probaste esta semana?
Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de
la esquina. Paz y trabajo para todos.
Comentarios: javier@elsume.com
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