Por: Javier “Sunshine II” Sánchez
LEIF ERIKSON |
Todos hemos querido ser Vikingos
alguna vez en nuestra vida. Las hazañas heroicas que desde pequeños hemos
escuchado nos remontan de inmediato a una vida llena de aventuras, fortaleza
física y espíritu indómito de conquista tanto en la tierra como en los océanos
sin importar su ferocidad.
Los Vikingos fueron el terror del mundo durante los
siglos 8, 9 y 10. Sus conquistas a través de Inglaterra, Escocia, Holanda,
Irlanda, Francia, Alemania, Italia e incluso África eran temidas y admiradas al
mismo tiempo. Fueron exploradores intrépidos a los que se les atribuye el
descubrimiento de territorios como Islandia en el año 861, incluso se ha
encontrado “graffiti” vikingo en ciudades tan remotas como lo que fue
Constantinopla, hoy Estambul en Turkía. Muchos afirman que un célebre vikingo
llamado Leif Erikson fue el primero en explorar América por el año 1000 D.C.
Esto ultimo es sumamente probable, pero lo que sí les puedo asegurar es que el
navío de Erikson siempre llevaba entre sus provisiones principales muchos
barriles de Ale.
La cerveza era probablemente en
elemento más importante en su vida. Se asegura que la costumbre de bautizar los
navíos rompiendo una botella sobre su caso fue iniciada por los vikingos, la
diferencia es que la botella contenía una mezcla de cerveza con sangre humana,
que era esparcida por la nave con fines ceremoniales.
La cerveza de los Vikingos era
conocida como “Aul”, que luego los daneses transformaron el “Ol” para después
ser transformada por “Ale” en el idioma ingles. Existían tres tipos de Ales
vikingas: la Ale Clara, la Ale Tierna, y la Ale Welsh, todas sin lúpulo,
dulzonas y muy potentes. Se asegura en Irlanda los vikingos cocinaban su
cerveza con flores de brezo, un arbusto de la zona y ajenjo para darle cierto
amargor. Para fermentarla usaban miel. Solían servir la cerveza con ajo para
ahuyentar a la maldad.
Los cuernos huecos muy usados como
recipientes para beber cerveza solían estar marcados con inscripciones mágicas que los protegían de las artimañas
femeninas. Cuando llegaban a escasear los cuernos, era frecuente utilizar los
cráneos de los enemigos muertos en batalla.
HEIDRUM: CERVEZA INTERMINABLE |
Todo este evidente exceso vikingo parece, no obstante, haber afectado la salud ni la fuerza de esta singular raza de guerreros y conquistadores. Según crónicas de la época de un tal Ion Fadhala comentan “nunca había visto hombres con un físico y altura tan desarrollados. Son tan altos como palmeras datileras, rubios y rojizos.”
Las ceremonias religiosas de los
vikingos eran unas verdaderas orgías cerveceras donde se consumían cantidades
descomunales de Ale.
A pesar de contar con una historia
tan polémica y de haber destruido pueblos y ciudades enteras, creo que no
podemos dejar de agradecerle a nuestros inquietos amigos vikingos el habernos
regalado la Ale.
Y tu…¿Qué cerveza nueva probaste esta semana?
Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca
más allá de la tienda de la esquina. Paz para todos.
Comentarios: javier@elsume.com
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