viernes, 21 de octubre de 2011

BUDWEISER Vs BUDWEISER


Por: Javier “Sunshine II” Sánchez
           
Se dice České Budějovic pero para abreviar puedes decir Budějovice, aunque los alemanes que todo quieren hacer a su modo le dicen Budweis. Por supuesto estoy hablando de esa pintoresca ciudad ubicada en el sur oeste de la República Checa que, para mayor detalle, es la capital de la región de Bohemia Meridional.
Aquí se ha producido cerveza desde el siglo XIII. En el siglo XVI llegaron a existir en el pueblo 44 cervecerías, o sea que a los budweiseanos les gusta la cheve y son muy golosos además. Poco tiempo después de que los vecinos de la ciudad de Plzen o Pilsen inventaran su mundialmente famoso estilo Pilsener – allá a principios del siglo XVIII – los cerveceros de Budweis aportaron su propia versión “todo malta” que resultaba ser un poco más dulce que la original. Sin darle muchas vueltas, resulta lógico pensar que  esa cerveza tenía todo el derecho de ser llamada Budweiser, o sea originaria de Budweis ¿No es cierto?  Sin embargo por aquellos años todavía no se manejaba el concepto legal de “Marca Registrada” y mucho menos el término “Denominación de Origen” así que aprovechando el éxito de la fórmula, resultó fácil que los gringos les dieran el gane con el nombre.
Cuando el término “Pilsner” fue adoptado libremente por cerveceros de todo el mundo, la cervecería Anheuser Busch fundada en 1875 y ubicada en St. Louis Missouri, a muchos kilómetros de la República Checa, decidió nombrar a su mejor cerveza Budweiser. La Budweiser americana también es una lager dulzona de 4.5% APV (Alcohol Por Volúmen) aunque mucho más ligera de sabor y cuerpo que la cerveza checa. Por otro lado no es una cerveza “todo malta” ya que contiene aproximadamente un 30% de arroz para suavizarla, y su lupulizado es también menos marcado. Es una cerveza que se toma muy fresca, ya que su almacenaje no dura más de veintiún días.
Actualmente en la ciudad de Budweis de las 44 cervecerías que llegaron a existir solamente quedan dos grandes que siguen produciendo Lagers muy parecidas a las originales: la Samson que fabrica su cerveza marca Cristal y la cervecería Budvar que fabrica la Budweiser Budvar. La Anheuser Busch en cambio se convirtió con el paso de los años en la cervecería más grande del mundo.


Evidentemente esta situación tenía que terminar en un pleito y la disputa legal se generó en el año de 1907 y sigue hasta la fecha. Todo gira alrededor del derecho de usar en exclusiva el nombre Budweiser ya que actualmente son dos los fabricantes que utilizan el mismo nombre como marca de su producto. Esto, alegan ambos rijosos, provoca una confusión en los consumidores que no quieren que su cerveza se confunda con la del otro ya que cada quien dice tener la mejor receta. Aunque parezca increíble, después de más de 100 años de enfrentamientos legales, nadie ha podido ganar en definitiva esta disputa. A lo más que han llegado es a una especie de “acuerdo” en el que cada uno se “compromete” a dividirse el mercado “respetando” sus zonas de influencia. De hecho esto ha llevado al extremo de que diferentes países han elaborado su propia jurisprudencia en relación al mismo problema, de manera tal que puedes encontrar diferencias entre lo que admite la República Checa, de lo que admite Alemania, Suiza, Irlanda, Noruega, Inglaterra, Lituania y Latvia, Hong Kong y –por supuesto- los Estados Unidos de América.       
Esto parece no tener fin. Tendremos que hacernos a la idea de que habrá dos Budweiser por largo rato todavía, aunque por nuestros rumbos no tenemos de qué preocuparnos ya que como parte de este acuerdo de división de mercados resulta difícil –pero no imposible- conseguir una Budvar original. Si esto les quita el sueño, les recomiendo que se echen una cervecita que esté menos problematizada, con eso seguramente se te calmarán los nervios.
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.

Comentarios: sunshine@elsume.com

1 comentario:

  1. Me encanta la cerveza, aunque la original no haya podido patentar su grandiosa idea inicial. Si de algo estoy segura, afortunadamente o des afortunadamente, es que el bobo vive del vivo.

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