Por: Javier “Sunshine II” Sánchez
Todos hemos probado alguna vez un vaso de sidra, por lo menos de la
Pelayo que en navidad o en las bodas nos daban a los niños nuestros padres para
que brindáramos. Esa bebida generalmente dulce, muy refrescante y de gran
tradición en muchas regiones del mundo.
Es muy común encontrar en las tiendas especializadas en cerveza en los
Estados Unidos y Europa un espacio especial donde se ofrecen diferentes tipos
de sidra, justo al lado de las mejores marcas de cerveza artesanales e
internacionales.
Esta relación entre la cerveza y la sidra se
basa en que el proceso de fermentación es similar en varios aspectos, aunque
aquí el líquido principal proviene de las manzanas. La levadura y el jugo son
igualmente depositados en tanques de fermentación para obtener diferentes
niveles de alcohol. La calidad de la sidra varía dependiendo de la calidad de las manzanas, que bien pueden ser
frescas o podridas. El fruto siempre es guardado por mínimo una semana para
suavizarlas y después prensarlas para obtener el valioso líquido.
Aunque se ha demostrados que el árbol del manzano ya era conocido en la
región desde antes de la época de la ocupación romana, resulta claro que fueron
los normandos quienes durante su conquista a esas tierras en el año 1066
iniciaron la producción de cidra en cantidades importantes, incluso llegando a
ser una industria que pagaba impuestos al gobierno. A partir de entonces la sidra empezó a
popularizarse en otras partes del país, al grado
de que para 1300 su consumo era generalizado en otros condados como Buckinghamshire,
Devonshire, Essex, Gloucestershire, Herefordshire, Worcestershire, Kent,
Norfolk, Somerset, Suffolk, Surrey y Sussex y otros condados tan al norte como
Yorkshire.
La sidra que solían darnos nuestros padres no contenía alcohol ya que el
proceso de fermentación es detenido antes de que los azúcares se transformen en
alcohol, dando como resultado una bebida dulce, espumosa y refrescantes de
color dorado. Sin embargo la sidra puede
llegar a tener entre 2% y 8.5% de alcohol por volumen, incluso más en algunas
regiones de Gran Bretaña donde la fabricación de Sidra Tradicional Inglesa es
parte de su cultura ancestral. Existen algunas regiones en Europa donde la sidra es conocida como Vino de Manzana. En Estados Unidos y Canadá la cidra que
contiene alcohol se le conoce como “Hard Cider”, mientras que a la cidra sin
alcohol se le llama simplemente “cider”.
El país de mayor consumo y
producción de sidra en el mundo es Gran Bretaña, donde anualmente se procesan
más de 700 millones de litros. Las principales zonas productoras del país se
ubican en la región suroeste. No obstante que los ingleses son los reyes en la
producción de esta bebida, su fabricación se extiende por prácticamente todos
los rincones del mundo, así podemos encontrar sidra irlandesa, alemana,
francesa, española, belga, Checa, Finlandesa, Italiana, noruega, sueca,
holandesa. Así como argentina, chilena, mexicana, canadiense, estadounidense,
paquistaní, sudafricana y mucho, muchos otros países.
En muchos de estos
países existen organizaciones que verifican la calidad de la producción de
cidra en sus regiones. Estados Unidos, encontramos de nuevo la unión entre
cerveza y sidra el acreditado Beer Judgement Certification Program o BJCP como
comúnmente se le conoce (http://cerveciafilo.blogspot.mx/2013/01/que-es-el-bjcp.html
) que en su edición “BJCP Style Guideline for Beer, Mead & Cider) dedica parte
de su contenido a evaluar y categorizar los diferentes estilos de sidra.
Actualmente la sidra está buscando una nueva posición en los mercados,
invirtiendo grandes cantidades de dinero es estrategias mercadológicas que
fomentan su consumo.
Y tu…¿Qué cerveza nueva probaste esta semana
santa? Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la
tienda de la esquina. Paz y trabajo para todos.
Comentarios: javier@elsume.com