Por:
Javier Sánchez Valenzuela
En el principio….toda la cerveza era casera.
Al remontarnos en la historia de la
cerveza nos encontramos con el hecho de que la cerveza originalmente fue
elaborada como alimento en las chozas de nuestros ancestros neolíticos. Era
parte importante de su dieta y así lo
fue durante miles de años. Las mujeres fueron las principales productoras de
cerveza hasta finales del siglo 18.
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EL MAYFLOWER |
A mediados del siglo 19 llegó la
Revolución Industrial en Gran Bretaña y con ella los grandes cambios en la
producción de bienes, siendo la cerveza uno de los más beneficiados, ya que con
el invento de la refrigeración artificial, las máquinas de envasado y los
nuevos medios de transporte ahora era posible venderla el puntos remotos a su
centro de fabricación. Los efectos de esta revolución rápidamente se extendieron
por el mundo entero, dando por terminada la época de la fabricación artesanal
de cerveza…bueno casi.
Las grandes fabricas productoras de
cerveza empezaron a crecer acercando sus productos a las masas a precios
accesibles. Ya no era necesario hacer tu propia cerveza, era mucho más
práctico, rápido y barato comprarla en algún expendio. Muy pocos fueron los que
siguieron manteniendo la tradición milenaria. Esto auspiciado con el hecho de
que las nuevas legislaciones en muchos
de los casos favorecían a estos grandes emporios cerveceros y penalizaba a
quienes la hacían para su consumo privado.
La fabricación artesanal de cerveza
era parte del estilo de vida de los Estados Unidos prácticamente desde su
nacimiento cuando en el año de 1620 el célebre Mayflower con 110 pasajeros a bordo zarpó de Plymounth,
Inglaterra, rumbo a la tierra prometida.
Entre los muchos problemas surgidos durante la travesía, estaba el de haberse
agotado sus reservas de cerveza, lo que les obligó a detener su viaje antes de
lo planeado para buscar provisionarse de alimentos y lo hicieron en las costas
de Massachusetts en la bahía de Plymounth, bautizada así seis años antes por
otro capitán ingles llamado John Smith. La tradición de fabricar la cerveza en
casa seguía vigente y las mujeres la usaban tanto para su consumo como para
ofrecerle a sus visitantes y vecinos. Había miles y miles de pequeños productores
de cerveza a lo largo y ancho de las
nuevas colonias americanas.
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TRAS 14 AÑOS TERMINA LA PROHIBICION EN 1933 |
Las
cosas se mantuvieron más o menos iguales hasta que – como ya comenté –
empezaron a sentirse en América los efectos de la revolución industrial que
provocó que para el año de 1886 existieran más de 2,300 fabricas de cerveza en
Estados Unidos, sin embargo el golpe definitivo a la tradición artesanal lo dio
el propio gobierno con la implementación de las leyes de Prohibición que
durante 14 años mantuvieron la ley seca que prohibía fabricar y consumir
bebidas alcohólicas. Estas leyes marcaron, por otro lado, en inicio de la época
de oro para los fabricantes de bebidas embriagantes y otras substancias en toda
la franja fronteriza de México. La
leyenda negra de Baja California se engendrada en estos años el los que muchos
empresarios hicieron grandes fortunas basada en el comercio de licores,
cervezas y todo tipo de substancias psicotrópicas que eran consumidas en
grandes volúmenes principalmente por los norteamericanos y en menor medida por
los propios habitantes de la frontera.
En 1933 la Prohibición fue levantada
en gran parte debido a que el gobierno necesitaba desesperadamente elevar su
captación de impuestos y el consumo legal de licor era una excelente fuente de
ingresos. Para esa época solo unas 43 fábricas de cerveza en todo el país
pudieron sobrevivir los años de restricción, la mayoría de las cuales eran
cervecerías muy grandes con recursos para sobrellevar la crisis comercializando
productos afines. En esta nueva situación
el gobierno, en su desesperado afán recaudatorio, dio el espaldarazo a la
industria de producción masiva y prohibió la fabricación casera de cerveza que
no le representaba ingresos en lo absoluto. Evidentemente esto catapultó la producción industrial de cerveza haciendo
crecer como nunca antes a las grandes marcas como Budwiser o Miller y ahogando
a los productores caseros y artesanales. Para finales de los años 70 en el país
existían poco menos de 50 fábricas que se repartían el pastel completo dejando
a los artesanos cerveceros prácticamente fuer de la jugada.
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UNA PEQUEÑA FABRICA DE CERVEZA |
En los años 80s las cosas empezaron
a cambiar de nuevo cuando ante las presiones de algunos microproductores que se enfrentaron al
sistema establecido el presidente Jimmy Carter (recordemos que él en lo personal
tenía un hermano fabricante de cerveza) firmó una enmienda que permitía a los
ciudadanos fabricar hasta 100 galones de cerveza “para uso personal”. Esta fue
la señal que necesitaban miles de artesanos cerveceros para salir de su letargo. Abogados, químicos,
comerciantes y gente de todo tipo abandonaron sus carreras para aventurarse en
el mundo del la producción artesanal de cerveza arriesgando lo mucho o poco que
tenían. Maureen Ogle en su libro “Ambitious Brew: The Story of American
Beer” comenta: “ la historia de
la cerveza representa lo que en esencia
significa ser americano: nuestra ambivalente actitud ante el alcohol,
nuestra pasión por inventar y crear y nuestra ilimitada capacidad de tomar viejas
ideas y cosas para rehacerlas de acuerdo a nuestra imagen americana. Pero
también la historia de la cerveza es también un cuento de jugadores y
empresarios visionarios, de choque culturales que son inevitables dentro de una
democracia donde las ideas se debaten.”
Para 1995 ya
existían más de 500 fábricas de cerveza en operación y solamente dos años
después este número se duplicó alcanzando las 1,102. En ambos extremos del país la industria artesanal
evolucionaba rabiosamente, basándose en un deseo exacerbado de crear nuevas
cosas, como si con eso se pudiera recuperar el tiempo perdido en las décadas
anteriores. En la costa oeste visionarios como Jack McAuliffe de New Albion Brewery, Fritz
Maytag de Anchor Brewing Company, y Ken Grossman de Sierra Nevada Brewing
Company trabajaban incansablemente, igual que en la costa Este lo hacían
personas como Jim Koch de la Boston Beer Company o Peter y Janet Egelston de
la Northhampton Brewery, hartos todos de las cervezas inocuas, ligeras y
desabridas que durante años habían tenido que consumir por disposiciones del
gobierno.
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FRITZ MAYTAG DE ANCHOR BREWING, TODA UNA LEYENDA |
En la actualidad más de 1,500 “craft
brewers” producen más de 10 millones de
barriles de cerveza artesanal en Estados Unidos. En el año de 2011 esto
representó el 7.6% de la producción total nacional y fue el único sector de la
industria de bebidas alcohólicas en estados Unidos que mostró un crecimiento
sostenido, por encima del vino y otros licores. Incluso el mismo Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, produce en la Casa Blanca su propia cerveza artesanal llamada White House Honey Ale con ingredientes como miel de abeja que la Sra. Michelle LaVaughn Robinson Obama produce en los patios de la residencia oficial.
Para fortuna de quienes habitamos
esta parte del planeta, el Estado de California y particularmente la ciudad de
San Diego en Estados Unidos, ocupan un lugar privilegiado en el ámbito
cervecero artesanal. La costa oeste se ha convertido en la región más
importante en este tema, no tanto por el volumen de producción - que no es nada
despreciable - sino por las aportaciones
creativas han hecho al mundo de la cerveza y la cantidad de productores que cada día aumenta . Sus propuestas has sido espectaculares al grado de que han generado estilos
nuevos de gran aceptación en este segmento de mercado.
Cerveciáfilos.
No me queda sino arengarlos una vez más para que sigan explorando este
amplísimo mundo de la cerveza lleno de sorpresas y de experiencias
inimaginables. La tienda de la esquina no es sino la entrada a ese mundo
maravilloso, no se atoren ahí…..busquen un poco más y encontrarán
cosas nuevas. Hay mas cervezas que vida. Tu... ¿Qué cerveza nueva probaste esta
semana?